cue / mark
Que fácil soy de recordar, que fácil,
el tipo alto, de lentes de pasta,
el que no deja de arrancar sus barbas,
el de cabello largo
ese que no tiene quijada y todo
el tiempo mantiene el ceño fruncido.
Que fácil mi recuerdo,
que sencillo punto de referencia,
que incluso los burócratas,
soberanos al final de las filas,
me miran, sí, con familiaridad.
Y si para esos seres
omnipotentes, cuyo poder no cuestiona
ni el mismísimo Dios
(o lo imita; imagina, Adelaida,
la exigencia de los requisitos celestiales)
si para ellos soy la marca que parte
sus labores (como las horas, aunque indistintas
en el tiempo, diseccionan los días)
¿Qué no seré, Adelaida, qué clase
de grieta, cuán profunda,
para aquellos o aquellas
que han logrado vislumbrar aunque sea
una parte diminuta de mi alma?
disfruta el sueño...
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