descansa en paz hermano
Marcial, hermano, qué el cielo te tenga en su santa gloria.
Qué todos los querubines y serafines se metan debajo de tu sotana y te permitan alcazar el éxtasis místico tal como lo hicieron los niños en vida.
Acá abajo cuidaremos tu legado. Seguiremos tu ejemplo. Defenderemos a todos aquellos que, como tú, sean acusados injustamente por los fementidos que desean el mal de los santos como tú, porque un santo serás y de eso nos encargaremos.
Maestro, te recuerdo que aún me debes dos botellas de coñac desde que se incendió Sodoma.
disfruta el sueño eterno y nunca vuelvas...
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