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Mis mejores discos de la década (mainstream)

Lo prometido es deuda, y antes de que termine el 2010 aquí presentó la lista de discos de la década (pasada) que debió aparecer en este blog en diciembre (de 2009).


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01. The Flaming Lips – Yoshimi Battles the Pink Robots (2002): un disco conceptual divertido, hermoso e impresionante, con una excelente «trama»: una niña que debe combatir a los robots rosados mientras vive una travesía que la obliga a conocerse a sí misma, a dudar de su lucha y a cuestionarse el sentido de la finitud de las cosas. Dream pop, en apariencia sencillo, que, como las buenas drogas, libera lentamente una multitud de efectos, emociones y texturas. Rock experimental y música electrónica, un sonido excéntrico, vanguardista y, a la vez, accesible, que ninguna banda (sí, ni Radiohead, ni Arcade Fire) logró con tal maestría. El disco más coherente de esta polifacética banda. El disco con mayor unidad. El mejor disco de la década.




02. Radiohead – Kid A (2000): un disco que unifica más de 50 años de tradiciones musicales de vanguardia: underground, free jazz, ambient, krautrock, drum and bass; paradójicamente es también un sonido fresco y original, propositivo ante todo, que marcó el gran salto de la música que muchas bandas hubieron de seguir (o renegar) durante estos 10 años.








03. Arcade Fire – Funeral (2004): Lo que más se celebra de esta banda, sus ingeniosas progresiones y el uso de instrumentos ajenos al rock, es el que me parece su menor logro, al fin y al cabo en Latinoamérica la fusión es moneda corriente del rock desde hace varias décadas y el hecho de que Arcade Fire lo haga sólo demuestra que sus integrantes pasaron bastante tiempo en estos paralelos. Sin embargo, las canciones de Funeral poseen un encanto discreto, lleno de una complejidad que crece conforme uno regresa a las canciones. El sonido de Arcade Fire marcó la escuela: juguetón, infantil, preciosista, sirvió como parteaguas para todos los sonidos que se gestaron en este periodo. Rebellion (Lies) es quizá, la mejor canción de la década, sin duda un excelente legado de la que ha sido considerada como la primera gran banda del nuevo milenio. Un funeral que merece celebrarse.




04. Gorillaz – Demon Dayz (2006): una banda virtual con una historia confusa e inconexa, cuyas composiciones interdiscursivas se erigen como una crítica de los géneros dominantes y, a su vez, trazan patrones cuyas aristas creativas sintetizan los sonidos de la década; electropop, trip-hop, rap, punk, dub, chillout, gospel, 8 bits, una fusión con gran éxito comercial y excelente nivel tanto musical como de producción, un sonido lento y visionario que se enriquece mientras pasa el tiempo.






05. Sigur Rós – ( ) (2002): vonleska, una sucesión de cantos desconcertantes que apelan a la sensibilidad pura. Vonleska, una navaja que rebana la piel lentamente sin perder el filo. Vonleska, una propuesta emocional llena de dolor y esperanza, uno de los sonidos más originales y honestos de todos los tiempos.









06. Radiohead – In Rainbows (2007): éste es un disco innovador en todos los sentidos, en él Radiohead por fin logra cohesionar lo mejor de sus 20 años de carrera, desde los sonidos rocanrroleros de Pablo Honey y The Bends hasta las experimentaciones fallidas de Hail to the thief. El disco que le devolvió la credibilidad y la solidez a una banda que, por seguir caminos fríos y experimentalmente fallidos, estaba a punto de diluirse.







07. Coldplay – Parachutes (2000): en conjunto, la obra de Travis es superior a la de Coldplay, más lograda y congruente, menos sujeta a caprichos y modas. Pero esta ópera prima, de sonido sobrio y entrañable, es mejor que cualquier disco de Travis en esta década (aunque nunca puedan superar aquel The Man Who que Travis lanzara en 1998).








08. Daft Punk – Discovery (2001): el mejor disco de música electrónica de la década, un sonido lleno de sorpresas que combina el rock con el dance experimental, el sampler y los juegos vocales; y avanza por caminos que pocos se habían atrevido a caminar hasta ese momento.









09. Travis – The Invisible Band (2000): a primera oída parece un disco de baladas, pero para el escucha atento, surgen poco a poco texturas exquisitas y melancólicas, efectos de estudio y guitarras que deconstruyen el pop, que lo estructuran de afuera hacia adentro y lo perfeccionan de manera desconcertante. Así como Supergrass es el heredero de The Who, si The Beatles tienen un heredero, definitivamente no es Oasis.







10. Placebo – Black Market Music (2001): punk gay de primer nivel, sonido negro, negrísimo, y letras irreverentes que avanzan por la música industrial, el punk, el rap y el pop. Una banda con una propuesta a la vez dura y pop, cada vez más dura que, a pesar de mantener una misma línea, nunca deja de sorprender.








11. Peter Gabriel – Up (2002): Rolling Stones, David Bowie, Iggy Pop, Neil Young, Nick Cave y otros dinosaurios se mantuvieron activos durante esta década, pero sólo Peter Gabriel logró un sonido que, conservando sus características de décadas pasadas, presentó una propuesta vigente para el nuevo milenio. El disco más africano de Gabriel es también el más universal. Y esto no es gratuito, Peter Gabriel tocaba desde mediados de los ochenta el tipo de música que en esta década se consideró vanguardista. Imaginemos pues, que este disco que incluye hasta los cantos ceremoniales de un babalú es un probada de lo que se escuchará en este planeta en el 2025.




12. Coldplay – A Rush of Blood to the Head (2002): un álbum conceptual, lleno de emoción y paranoias sociales con un estilo frío y contenido, en la mejor tradición de la música inglesa. Canciones que recuerdan a las leyendas del rock progresivo aunque no alcancen esa altura.









13. The Strokes – Is This It (2001): los herederos de Television llegaron con una música sencilla pero bien estructurada, en el momento justo para encantar a las generaciones neófitas. Música contagiosa, llena de armonía y buen ritmo; un sonido que, por desgracia, nació con treinta años de retraso.









14. The White Stripes – Elephant (2003): o White blood cells del 2002, o De stijl del 2000, a las franjas blancas se les reconoce el mérito de reinventar la tradición musical estadounidense del último siglo en un matrimonio incestuoso perfecto de blues y folk, con tintes de Pimpinela.









15. Interpol – Turn On the Bright Lights (2002): en la actualidad Interpol es una banda tan buena (y tan mala) que de pronto uno no sabe si escucha música original o material inédito de Joy División y Echo and the Bunnymen. Antes de que esta influencia fuera tan evidente en sus producciones más recientes, Turn on the bright lights inició un recorrido en pleno apogeo del New York noise.







16. Kashmir – Zitilites (2002): el único disco de esta banda sueca que alcanzó cierta fama, a pesar de contar con otras joyas como No balance palace. Música dura, sin ningún tipo de concesiones, inteligente, corrosiva, emocional. El sonido que Radiohead hubiera logrado en esta década si no hubiera “cambiado de estilo”.








17. MGMT – Oracular Spectacular (2008): tuve problemas para decidir entre éste y el Well well Mr. Whale (2008) de la banda Suave as Hell, pero supongo que me inclino por Oracular spectacular porque además del sonido retro y psicodélico, cargado de referencias a la cultura pop, MGMT suma a sus aciertos el synth pop que en esta década finalmente logró perfeccionarse; Kids es, quizá, la canción más hermosa del 2008.







18. Arctic Monkeys - Favorite Worst Nightmare (2007): Wow, este disco es una auténtica bomba de hidrógeno, menos poderoso que su ópera prima pero mejor estructurado. Humbug, su última producción, presenta un sonido maduro que no alcanza las altas cotas de sus primeros trabajos. Estos adolescentes nos demostraron que para tocar el mejor rock sólo hace falta un poco de actitud y no tenerle miedo a las guitarras.







19. The Flaming Lips – Embryonic (2009): el regreso de los Flaming Lips al sonido psicodélico, duro y sucio de sus primeros trabajos, un trabajo de escucha difícil que combina pop y rock experimental con un sonido de difícil clasificación, un disco que no revela sus secretos a la primera oída, que requiere una escucha paciente y exige mucha atención. El disco más reciente de esta lista (salió en octubre del 2009) es un tributo a la psicodelia, el rock progresivo y la hold school; sin duda lo Labios reinventan su sonido y exploran los sitios que ninguna otra banda se atreve a recorrer.





20. Muse – Black Holes and Revelations (2005): una música dura, psicodélica y original que reconstruye viejos y nuevos sonidos blues y progresivos; una musa que retoma el sonido noventero del primer Radiohead y lo oscurece hasta darle la densidad adecuada para los nuevos tiempos.








21. Super Furry Animals – Rings Around the World (2001): en los noventa fue Kula Shaker, en esta década son los animales súper peludos los mejores exponentes de la ola retro sesentera. Este disco es el Pet Sounds de su época.









22. Beck – Sea Change (2002): en una época en que estaba de moda divorciarse y luego hacer un disco sobre la experiencia resultante, Beck lanza estas canciones de despecho y añoranza, una extraña mezcla de folk y britpop con el particular estilo de este visionario, en el cual, sin embargo, se extrañan los tintes de rap y funk que caracterizan al resto de sus producciones.








23. Pulp – We Love Life (2001): el canto del cisne de una de las mejores bandas de los noventa, britpop maduro, luminoso y contenido, largos pasajes hablados y letras excelentes, un disco que expande su sonido como las plantas.









24. Portishead – Third (2008): diez años de espera que desde los primeros beats valieron la pena. Trip-hop de primer nivel y un cambio de estilo que sin embargo es rápidamente identificable con la esencia de la banda.









25. The Hives – Veni Vidi Vicious (2002): tal parece que el fantasma de The Kinks reencaarnó en este sonido punk, psicodélico y divertidísimo; 14 canciones llenas de poder… y en apenas 28 minutos.









26. Sigur Rós – Ágætis Byrjun (2000): aunque prácticamente desconocidos en aquella época, musicalmente éste es el mejor disco de estos islandeses, que combinan postrock, jazz, ambient, rock y preludios larguísimos para explosiones de unos segundos, todo un orgasmo musical.









27. Anathema – A Natural Disaster (2004): Tal vez no es el mejor disco de esta banda (quizá Judgement del 2000 lo sea) pero definitivamente es el más versátil, con canciones como Balance-Closer, A natural disaster, Violence o Flying que demostraron que son ellos y nadie más los verdaderos herederos de Pink Floyd. Un disco que condensa y a la vez se aleja del sonido que venían manejando desde 15 años atrás.







28. The Gathering – Sleepy Buildings (2004): Anakee Von Gierbergen le imprimió un giro de 180 grados al estilo de una banda de doom metal, convirtiéndola en una de las mejores propuestas alternativas, cuyo ciclo acabó en 2007. 2004 fue testigo del mejor unplugged de la década y no fue de MTv. Saturnine es una canción hermosa y terrible, y ninguna mujer debería nunca dedicársela a ningún hombre, y sin embargo…







29. Klimt 1918 – Dopoguerra (2005): Un disco lleno de sentimiento e inteligencia, una banda que no le tiene miedo a las guitarras. Letras que hablan de sentimientos humanísimos y una propuesta contundente, de Italia para el mundo. El sonido que tendría Radiohead si hubiera surgido de la escena metalera.









30. Opeth – Damnation (2003): excelente disco de esta oscurísima banda de rock progresivo, Damnation sale del estilo típico de la banda, lleno de riffs contundentes y voces death, y nos presente una joya semiacústica que excava en los rincones más melancólicos del alma. Dos años antes Opeth sorprendió con Black water park por su combinación de metal progresivo, jazz y folk; Damnation siguió justamente el curso “tranquilo” e introspectivo de aquel sonido centrífugo.






31. Porcupine Tree – In Absentia (2003): en su época fue Robert Fripp con King Crimson, a partir de los noventa es Steven Wilson el rey Midas del rock progresivo, todo lo que toca se convierte en oro, para muestra este disco que conjuga lo mejor de su estilo psicodélico y metalero.








32. Lady Gaga – The Fame Monster (2009): la excentrica Lady Gaga le comió el mandado a todas las cantantes de su generación. Bad Romance, Alejandro, Paparazzi, Poker Face, etc. Son verdaderos himnos post-pop que, al escucharlas, nos hacen olvidar que existe Britney, Cristina y Beyonce. Su voz y sus provocaciones nos recuerdan a otra joven visionaria provocadora de los años ochenta: Madonna ya tiene heredera.







33. Battles – Mirrored (2007): Battles vinieron a reinventar, junto con Don Caballero, el math rock de esta década en este lado del mundo. Sus vocalizaciones, entre ridículas y agudísimas, y sus ritmos hipnóticos provocan que uno se frikee y sí, también provocan cierto rechazo. Un math rock que no necesariamente utiliza las guitarras distorsionadísimas típicas del genero, un nivel de ruido, rareza y ridículo únicos con una propuesta sonora que difícilmente lograron otras bandas, como Porter con su Atemahawk.





34. Reindeer Section – Son of an Evil Reindeer (2002): música sobria y delicada factura, este disco de “baladas” asombroso, de manos de un “dream team” de músicos ingleses, es también el canto del cisne de un sonido (el britpop) que murió con los primeros años del nuevo milenio.









35. Dido - No Angel (1999): una pequeña trampa: se podría decir que este álbum pertenece a una década anterior, sin embargo el influjo de esta artista que combina el trip-hop y el pop de manera afortunadísima, sumado a esa voz cálida e íntima, marcó un estilo nuevo de baladas en esta década. Dido demuestra con este sobrio disco que puede hacer música de calidad, experimental y accesible a la vez, sin llegara a los absurdos excesos de Björk.







36. Blur – Think Tank (2003): la que fuera considerada por la revista Switch como «banda de la década» de los noventa, pasó al nuevo milenio con este interesante y experimental disco, muy influido por el proyecto Gorillaz y evidentemente superado por aquel.









37. Björk – Vespertine – (2001): cada nuevo disco de esta islandesa es más extraño y más experimental que el anterior, curiosamente también cada nuevo disco es más malo que el anterior; Vespertine, sin embargo, es un paréntesis en esta espiral de decadencia, con heladísimos sonidos trip-hop que nos llevan por lugares secretos.








38. Mars Volta – Deluosed in the Comatorium (2002): esta banda intentó traer de vuelta el sonido ácido de Santana, Rush y Grateful Dead. Sus composiciones llenas de potencia progresiva divagaron en una centrífuga creativa que, evidentemente, por tanta furia terminó desintegrándose; este disco es el inicio de dicha centrífuga.








39. Infected Mushroom - Vicious Delicious (2007): el disco menos radical de esta banda de psycho trance y el más accesible. El riff de Becoming Insane y sus homenajes al dance, al trip-hop y al trance lo han convertido en un clásico que no necesariamente debe escucharse bajo la influencia de la euforia o las drogas.










40. James Blunt – Back to Bedlam (2006): un músico de pub con gran pasión por el jazz, un exmilitar con un golpe de suerte en una disquera, sus letras adultas y su estilo de piano bar se conjugan en una propuesta llena de sensibilidad que además gozó de amplio éxito comercial.








disfruta el sueño...

Comentarios

  1. Ups. Olvidé un disco.
    Souljacker de Eels.
    En todo caso debería ir entre el de los Arctic Monkeys y el Embryonic de Flaming Lips.
    Y pensandolo un poco mejor, creo que el de los Arctic Monkeys debería ser el primero, no el segundo. Pero el daño ya está hecho.

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  2. Corrígeme: ¿La década no va de 2001 a 2010? Si es así, los discos de 2000 deberían pertenecer a la década 1991-2000, y en ésta deberías incluir los de 2010. En rigor, la lista debió haber aparecido el 1 de enero de 2011.
    PD: Sólo he escuchado 4 discos de tu lista: los de ColdPlay (uno me pareció aburridísimo, otro bueno a secas), el de Radiohead (comatoso) y el de la Guðmundsdóttir (chingón).

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  3. Sobre el corrígeme: tiene usted razón. Pero todas las revistas especializadas lo manejan así, la Q magazine, la NME y la Rolling Stone. No es que esté bien pero las convenciones le tiran por ahí (todo esto surgió con las listas de de 1999 que creían que con el 2000 empezaba el nuevo siglo, pero esa es otra discusión) y de hecho si hubiera que incluir 2010 incluiría The Suburbs de Arcade Fire, Hidden, de These New Puritans, Trasspassers de Kashmir, Total Live Forever de Foals y algún otro, seguramente (Plastic Beach, o los dos últimos de Eels).
    . . .
    Sobre el PD: los de Coldplay me vienen valiendo, de hecho en este momento los sacaría. El de Radiohead sí es comatoso pero es una chingonería, lo criticaron mucho por ser prácticamente un disco mainstream hecho de cientos de corrientes underground. El de Bojörkes lo puse porque es bueno, pero si te das cuenta hasta el de Lady Gaga va antes. Creo que la funda de Mathew Barney está sobrevalorada.
    . . .
    Sobre lo demás: A usted no le gusta mucho el rock y eso se respeta. Pero sinceramente, al menos por conocer qué pedo, debería escuchar a los Flaming Lips, a Arcade Fire, a Sigur Ros y a Kashmir. También le recomiendo a Rovo (banda japonesa que aparece en el primer lugar de mi lista de mejores discos de música instrumental de la década).
    . . .
    Saludos, Chief.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. A la lista añado también:

    -Primary Colours, de The Horrors

    -Two Dancers, de Wild Beasts

    -An End Has a Start, de Editors

    -Broken Social Scene, de Broken Social Scene

    -Asleep in the black, de Elbow

    -XTRMNTR [Exterminator], de Primal Scream

    -XX, de The XX

    -Yankee Hotel Foxtrot, de Wilco

    -Bitte Orca, de Dirty Projectors

    -¡Damas y Caballeros! [en vivo], de Los Straitjackets

    -Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus, de Nick Cave & The Bad Seeds

    -Souljacker, de Eels

    -y Beat Pyramid, de los maestrazos These New Puritans

    Todas éstas, joyas que al momento de hacer la lista no había apreciado en su totalidad.

    Para dejar la lista en 50 y añadir un poco de congruencia a este asunto... obviamente elimino de la lista a Lady Gaga, a James Blunt y el segundo de Coldplay (que tienen valor sentimental, claro, pero eran rellenos desde el principio).

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