San Francisco revisitado

6) No llovió el día de San Francisco, esperé la lluvia pero no cayó. Culpo a la canícula. O a los huracanes. Y conforme ha transcurrrido este día, de algún modo, me he ido vaciando hasta sentirme completamente hueco.

7) Mi cuñada me hizo un regalo. Fui a ver a Cristo, me dijo, me dio esto para ti; y me entregó unos pétales de crisantemo. Ponlos en en tu cartera, del lado del dinero, para que recibas bendiciones. Ella no quería ir a la misa, argumentó que los católicos son aburridos (ella es evangelista o algo así), pero aún así acudió. Aún así su hija no se despegó de nostros terminando la misa. A los evangélicos no les gustan las misas ni los cristos mortificados.

8) Hoy por la mañana perdí la cartera. Esa cartera me la regaló mi suegro en alguna navidad, era el único recuerdo que tenía de él. Hoy, un día después de su aniversario luctuoso, la cartera se fue de mis manos. Quizá los crisantemos llenos de la presencia de Cristo quisieron que la recogiera un evangélico de cualquier lugar en el que haya caido a medio camino entre Oblivion y Pachuca. (Mi suegro, unos meses antes de morir se convirtió en pastor). No hago más conexiones porque me estoy asustando un poco.

9) Por algún motivo del cual hasta ahora me percato, este año no dediqué el mes a la poesía (y creo que el anterior tampoco).