Indisciplina podcast

animadversario


Quisiera soñar tranquilo por una noche y borrar mis pecados.
Desearía complacer a todos lo que me desearon la muerte, a todos los que se burlaron de mí cuando me vieron exhibiendome con una puta por las calles de Pachuca, a los que desearon que me dejara en bancarrota, a los imbéciles que se conmueven con sus lágrimas, a los mitómanos e hipócritas. Pero sólo me dan más asco del que me doy yo mismo.
Me Alcancé a ver una cana que no tiene caso ocultar entre el resto de las barbas. Ojeras que no envidiaría un cadáver. Pero también amanecí con el alma más vieja. Más frágil. Amanecí podrido y sólo me queda un hilo para asirme antes de ahogarme en la mierda. Por si no fuera suficiente, hay hijos de la chingada aprovechándose de mi debilidad. Qué se vayan al infierno.
Pero el odio no es suficiente. No suplanta esta nausea, esta culpa, esta amargura.
Mi camino se estrecha, sucio y desesperanzado, no me queda más que seguir adelante mientras el veneno incubado en mi sangre, termina de aniquilar a mi familia.


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