¡¿por qué?!

No sé por qué, no puedo explicármelo, pero he decidido sonreir... no se burlen, yo tampoco me lo creo, una cosa es ser de temperamento melancólico y otra vivir amargado... bueno, conservemos la bilis negra en su lugar, y la amargura se quede en el fatídico 2007, con todos sus miedos y pecados.
Pero ¡Hey! ¡No se confundan, hideputas!
Una cosa es que querer dejar de sufrir a lo pendejo, y otra dejar un lado mis dogmas [así que la hermandad preservará su vibra azotada, su vehemencia visceral, su humor negro, su vena cuasicrítica y su escepticismo tendencioso, que son -creo- el sello de la casa (y si el sello de la casa es otro, favor de notificarme)].

disfruta el sueño...