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costumbre

Escribo no porque tenga algo que decir sino por costumbre, hay quienes opinan que la escritura es catártica... yo mismo lo creo a veces pero eso no significa que siempre lo sea...
Otras veces mi pluma (mis dedos serán, llevo años sin tomar una pluma para escribir sobre un papel) obedece a fines que se pretenden meramente estéticos, escribir por amor al arte o por lograr algo novedoso, pero eso es onanismo, hace poco leí Rayuela, empecé 62/Modelo para Armar, releo hasta cinco veces cada fragmento de La Invención de Morel, sigo atrapado en la primera parte de Los Detectives Salvajes, y luego me acuerdo de Ficciones, del Bestiario de Arreola, de Movimiento Perpetuo, de Piedra de Sol, de Muerte sin Fin, de La Ciudad ha Perdido a su Beatriz, del Llano en Llamas, de Cien años de Soledad.... y me doy cuenta que no tengo nada que ofrecerle a la literatura... El panorama no es tan negativo, me acuerdo de Xavier Velasco, de mi admirado Juan Villoro, de Fernando Vallejo... y digo, claro, la puerta no está cerrada, puedo escribir algo que valga la pena... pero la otra mitad para sobresalir en la literatura mexicana es grilla... y entonces sé que no hubo esperanzas, sólo ilusiones...
Otras veces escribo por costumbre, pero es una costumbre aplicada, desmenuzada, deconstruida, algo muy parecido al soneto diario de Lope de Vega y Neruda, escribir por ejercicio, para no desaceitar el cerebro [ya de por sí jodido con problemas emocionales y morales], porque escribir es como ir al gimnasio o pasar de la masturbación al sexo, si lo dejas de hacer corres el riesgo de de quedar bofo, impotente, eyaculador precoz o en el mejor de los casos idiotizado... y no confundan esta afirmación con soberbia, no creo que por escribir uno se vuelva menos idiota, ahí tenemos los casos de Cuauhtemoc Sánchez, Carlos Trejo y German Dehesa, pero dejar de escribir sí puede volvernos más imbéciles de lo normal...
Pero otras veces, como ésta, escribo por reflejo, por mero reflejo, porque nada será trascendente, porque ya te hice perder tu tiempo leyendo estas líneas... no guardes rencor, la aspereza muere al último...

disfruta el sueño...

Comentarios

  1. ¡atorado en los detectives salvajes ?, echale ganas , vale la pena .
    Llamadas telefónicas son unos cuentos extraordianrios de Bolaño quizas te sirvan como preámbvulo para disfrutar al gran Roberto
    ya perdí mi tiempo si deseas perder tu tiempo
    excomulgado89.blogspot.com

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