conjura creativa

Quizá en estos momentos una mala mujer tenga mi efigie amarrada con hilo negro de manos, pies, boca y ojos, como San Antonio en aceite de inmersión, bajo tierra, lleno de alfileres en el corazón, el craneo y la médula... y papeles con instrucciones específicas para que deje de pensar, para que tartamudee, se me olviden las cosas, entre en pánico ante tareas complejas y odie todo cuanto me rodea...

Para detener a esa mala mujer no bastará poner agua fresca en un jarrón y llevarla al buró junto a mi cama...

Así que esta mala mujer se reirá en silencio y platicará con otras brujas como ella mientras espera que la última de mis pertenencias desaparezca también: Espera que yo pierda todo deseo, sobre todo el deseo carnal...

Así que permanezco espectante (preocupado es otra palabra que le va a la ocasión) mientras disfruto la catatonia. Y Mutsumi-san observa desde un ricón con el miedo grabado en el rostro, haciendo mil conjeturas, o de preocupación o en mi contra. Mientras espero el veredicto de esa señora de rebozo que pronuncia conjuros y conjuras, mientras me da un limon que se marchita entre mis manos al mismo ritmo que mis ideas.

disfruta el sueño...