Indisciplina podcast

hormiga

Si hay robo hormiga y gasto hormiga ¿Por qué no tener un pequeño Sócrates de bolsillo hormiga? sería muy conveniente en el sentido de que el pequeño Sócrates es extremoso: con él no se puede negociar, o se le obedece o se le ignora, pero jamas se le regatea...


¿Por qué? por el simple hecho de que el pequeño Sócrates tiene respuestas inmediatas ante los grandes dilemas deontológicos que aquejan al hombre en su actuar cotidiano... me pongo como cobaya: ayer yo tenía la ferviente intención de faltar a mi trabajo porque tenía una enfermedad tremenda, de corazón quería faltar... pero Mutsumi tuvo la ocurrencia de servirme un coctel de antibióticos aspirinas mucosolvan y diversos brebajes que detuvieron la enfermedad de golpe... en la oficina vieron que estaba jodidísimo y pude faltar y de hecho lo iba a hacer...


Fue entonces cuando el pequeño Sócrates habló en mi oído...


"Estás bien, sigues enfermo pero puedes trabajar" dijo y no tuve más remedio que obedecer porque, de haberle dicho "bueno sí, pero salgo temprano" o "bueno sí pero llego tarde" hubiera sido como hacerlo volver a beber la cicuta. Porque cuando negocias con él tiende a callarse y temo el momento en que calle para siempre porque mi moral quedaría desamparada...


Por eso agradecedría la existencia de un un pequeño Sócrates de bolsillo hormiga, porque sin necesidad de regatearlo y envenenarlo podría, por así decirlo, suavizar sus rigurosas reglas, su corazón de roca (y la rondalla dónde quedó), su ferrea y a veces trágica virtud, su inflexible código moral que me empuja siempre, siempre, a hacer únicamente lo que debo...


Y miren que no estoy presumiendo "iren, este pendejo se siente parido por Dios, cagado desde el mismísimo recto de Cristo" No, No, No, No y mil veces No, antes al contrario, sufro por mi moral, aunque debo aceptar que mi vida es más sencilla cuando dejo al pequeño Sócrates todas las decisiones importantes...


disfruta el sueño...

Comentarios

Entradas populares