Indisciplina podcast

Juárez (+ un saludo a mjs)

Me encuentro sumamente consternado por lo que me ocurrió ayer 21 de marzo. debería estar feliz por el bicentenario de juárez, pero el hecho es que me encuentro más que molesto con mi querido Presidente Vicente Focks porque tuvo la ocurrencia de acordonar San Pablo Guelatao y dejar pasar a delegaciones de toda latinoamérica, representantes de la prensa internacional, masoncitos de juguete, negándome el paso a mí, al omnisciente San Isabet. Una vez superado ese inconveniente inicial tuve a bien pasar el día de visitia con mis antiguos colegas de Monte Albán, visitar el museo de Santo Domingo, comer enchiladas con Tazajo (o como se escriba esa suerte de cecina suave), traerme a Pachuca un queso oaxaca, comer un esquite, un tamal oaxaqueño, un vasito de mezcal, un libro de códices de León Portilla, un boceto de la fachada del rocoquísimo Exconvento de Santo Domingo, con todo y sus cactaceas alineadas, los apuntes para mis hijos, una espada bastante barata y todo el polvo y sol que esa mágica ciudad fue capaz de darme.
Tras levantar una piña de pino en Monte Albán y meterla junto a mi chamarra descubrí, horas después, que eran la morada de una tijerilla amarilla, negra y enorme, por lo que tuve que lidiar con un par de piquetes en la piel que me ocasionó el mencionado insecto, ahora tengo el cuello más torcido que el de una víbora, la piel roja y el alma decaida, pero el viaje de entrada por salida (salí de Pachuca a las 23:30 del lunes y regresé a las 04:30 del miércoles) no me lo quita nadie.
Como premio de consolación presento algunos enlaces al lugar al cual yo no pude llegar:
P.D. de Rafael García.
Desde aquí un sincero y profundo agradecimiento a Mauricio-José Schwarz, quien desde España ha tenido la delicadeza, la atención y sobre todo la paciencia del santo Job al seguir leyendo estas entradas dadaistas y quiméricas que mes con mes publico. Un acto que no puedo llamar más que caballeroso sin duda, sobre todo por el hecho de que el señor y yo no nos conocemos personalmente, por cierto leí un par de cuentos suyos en la web y llamó mi atención el contraste entre su trabajo periodístico y el literario, pero eso lo trabajaré con más calma en posteriores entregas.
Disfruta el bicentenario...

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