bailando por un sueño II

El hurón de la desgracia

Todo empezó un día que estaba yo en la Fiera del arisco San Francisco 2005, la culpa, como siempre, la tuvo la irresponsabilidad porque si yo no hubiera decidido dejar mi puesto de cuidador de computadoras e ir a explorar a los estands comerciales con mi Castor (lease pareja astral) nada de esto habría pasado, pero no, "Mereces un descanso" me dije "no has visto nada y es momento de llevar a tu castor a gastar sus ahorros de los últimos meses en este sitio funesto" me reiteré.

Casi al final del primer pabellón pasabamos junto a un local de una veterinaria y, helo ahí, un hurón albino, raro entre los albinos además porque no tenía los ojos rojos sino de un particular castaño. Mi castor decide verlo, me arroja su chamarra hecha nudos (con su cartera llena de dinero dentro... esto yo no lo sabía) y acaricia a ese roedor prodigioso. Se me caen unos papeles y entre ellos la cartera y una mano habil la toma antes que yo me percate siquiera que la llevaba.

No narraré el valle de lágrimas y la busqueda fortuita que siguió toda aquella noche porque sería masoquismo de mi parte.

El baile, al igual que el anterior, ocurrió en estos días por todo el papeleo alrededor de la ciudad para volver a tramitar la credencial universitaria, la de votar y la licencia de manejo... al menos el dinero se recupera (en un acto de desprendimiento, como si mi castor fuera una damnificada cancuneña, decidí ofrendarle mis ahorros para reponerle un poco de las lágrimas de aquel día). Ahora ya lo recuerda con risa... menos mal.

el más interesante de los pluses és que apenas hace unas horas un misterioso taxista arrivó al dique de mi castor y entregó todas las credencias y papelitos de la cartera, sin cartera ni dinero por supuesto, todos excepto una foto en la cual un castor y un cuervo se abrazan a contranatura.

Por lo cual, echando mano de mis habilidades como santo y alquimista, nos realizaremos una limpia con gallina negra y hojas de pirul... para evitar aquello del mal de ojo.

disfruta el baile...