Indisciplina podcast

mis mejores discos de la década (instrumental y soundtracks)

(me acabo de dar cuenta que esta es la entrada 333, cabalístico ¿no?)



La Biblioteca Deserta – La Biblioteca Deserta (2008)
: un disco exquisito de rock instrumetal que, en sus mejores momentos recuerda las paredes de guitarras que popularizó Radiohead a partir del OK Computer, una de las bandas italianas más interesantes de la escena del postrock europeo.









About Tess - Beautiful (2008)
: el math rock nació la década pasada en los Estados Unidos pero se perfeccionó en Japón; Japón es a la música del mundo lo que los Rolling Stones son a la música gringa, no crean nada nuevo, nada original, pero mejoran considerablemente los estilos existentes; About Tess es, pues, una banda dura, durísima, que junto con otras como Kidnie o Té le han dado a la escena del math rock (y el post rock, el post jazz, el metal, etc.) un nuevo giro a nivel mundial.






If these trees could talk – If these trees could talk (2007): en un momento en que el postrock cayó en una autocomplacencia estilística, en un momento en que todo eran atmósferas e in crescendos, esta banda regresa a sonidos originales y progresivos, un alivio sonoro y un gran disco.








Nobuo Uematsu – Advent Children Soundtrack (2007)
: Jenova y su dureza post punketa; Beyond the wasteland, un híbrido entre música de terror y una danza tribal; One wingend angel, un goth metal de altísimas cotas; Nobuo Uematsu recupera las atmósferas que acompañaron a uno de los videojuegos más famosos de la década pasada y lo convierte en un auténtico gancho a los riñones que acompaña a una de las películas de animación por computadora más interesantes de la década.






Pelican – City of echoes (2007): long play de esta banda de post metal; sonido durísimo, riffs contundentes y atmósferas que nos llevan, ciegos, por un laberinto sin salida a medio camino entre la furia y la desesperanza.










Mono – You are there (2006): después del juicio final, cuando la tierra se haya levantado y el fuego y la ceniza abarquen todo el panorama, es muy probable que los únicos sonidos que se escuchen sean los de esta banda japonesa, sus melancólicas murallas sonoras, construidas con guitarras, son un himno lento que va demoliendo las esperanzas a cada segundo.








God is an Astronaut – All is violent, all is bright (2005): el mejor disco de esta banda de postrock; Forever lost es un himno total, desesperanzador y luminoso a un tiempo. Quizá esta sea una de las bandas que tocan un sonido típico, contenido, acotado los cánones del género; pero de las típicas, la mejor.









Maserati – Lenguaje of the cities (2003): banda de postrock que propone un sonido instrumental y progresivo de alto nivel de ejecución, un disco extraño e interesantísimo que recorre diversos caminos con una extraña inteligencia musical.










Go-Neko – Una especie de mutante (2008): la escena de rock instrumental argentino tiene en Go-Neko uno de sus mejores exponentes. Un rock de fácil escucha, con pocas distorsiones y un gusto exquisito por el krautrock y el spacerock.










The Seatbelts – Cowboy bebop OST 1 (2071): Uf, bebop, jazz, blues, alt rock, orgel, surf, todos los géneros ejecutados con arreglos perfectos y músicos de primer nivel. Tank! parece la música emblemática de una época muerta, la era de oro del swing, y apenas es el opening de la banda sonora de una de las mejores series de animé de la historia.





Godpseed You Black Emperor! – Lift Your Skinny Fists like Antennas to Heaven (2000): la banda más emblemática de ese sonido instrumental y luminoso conocido como postrock; para algunos, música para hacer el quehacer; para otros, un viaje sosegado, a veces difícil, a veces demasiado tranquilo, pero siempre inquietante, por los confines del alma.








Rovo – Condor (2006): tres tracks (y sí, tres melodías) bastaron para hacer de éste un disco redondo que transita por sonidos delicados como el violín eléctrico que suena casi acústico en Aires; o juguetones y festivos como los sonidos de N’Poppo. Land, la canción que cierra el disco, es un himno de 23 minutos que repite la misma melodía emotiva una y otra vez, cada vez más rápido, hasta lograr un ritmo frenético y curiosamente esperanzador.






Rovo – Nuou (2008): Trance, Jazz, Rock progresivo, Garage. Su enloquecido violín eléctrico nos hace recorrer cientos de senderos alegres, melancólicos o abstractos mientras nos conduce a su particular visión del paraíso. Éste es el disco más extraño (quizá porque su sonido es más accesible, más rockero, menos electrónico) y mejor logrado de esta banda instrumental japonesa capaz de tocar el mismo acorde una y otra vez durante 70 minutos y aún así nunca aburrirnos. Definitivamente el mejor disco instrumental de la década. Debería existir una copia de este álbum en cada hogar.


disfruta el sueño...

Comentarios

Entradas populares