Indisciplina podcast

paro magisterial

En este preciso momento me encuentro al interior de las instalaciones de la seph en Pachuca.
15 mil profesores (entre convencidos y acarreados, ayer algunos bromeaban acerca de que les pidieron un pollo y un huevo), inconformes por el incumpliminto de su pliego petitorio y por unas cuentitas que no cuadran (50 millones o una nimiedad de esas), tomaron las instalaciones.
Y mientras realizan su meeting y sus consignas se cuelan por la ventana (Romero Romero ¿A dónde está el dinero?; Rocío Barrera, Seguro va pa' fuera), yo me encuentro aquí entre un montón de reportero que discretamente subieron a nuestra oficina (estamos en el segundo piso del inmueble capturado) por más información.
No sé a qué hora saldré de aquí. No sé a qué diablos vine. Ni siquiera me puedo concentrar del todo para escribir estas líneas.
Esta mañana estaba cansado y triste y esta situación (trascendente, histórica dicen por ahí) no me ha movido en lo más mínimo. Sólo quisiera que acabara ya, que estos profesores se largaran al palacio de gobierno (me preocupa mi madre, ella está entre los acarreados a lo que obligaron a asistir a esta faramalla).
Quisiera largarme a mi casa, o a hacer las lecturas de mi maestría (eso tampoco me tiene muy motivado, aun cuando ete sábado tengo examen presencial).
Llevos días dejandome seducir por la idea de la muerte, aunque supongo que ahora que lo acabo de confesar ya no lo haré, dolérá menos o qué sé yo.
Me siento enfermo. Quizá no trabaje mañana. Achú.
Debo detenerme ahora, ya no soporto estar aquí.
 

Comentarios

  1. Ea, la única persona que se acordó de mi cumple en el blog (ni porque la encuesta de las bandas terminaba el mero 14, chaaa) Ni hablar, gracias. Esto es para celebrar.

    Saludos.

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