nada

Quizá lo más destacado de mi día sea que finalmente pude escalar todas las murallas de la burocracia y entregar tres copias de mi antología de cuentos y fábulas en la dirección de bibliotecas de CECULTAH. Aún recuerdo mi fracaso el año pasado, cuando intenté participar por una de las becas del FOECAH, este viernes inicia la Feria del libro infantil y juvenil en Pachuca y varios becarios presentarán sus proyectos, siento algo de coraje al imaginar que pude ser uno de esos, en particular llamó mi atención un proyecto que se llama "cuentos para armar", ojalá que sea una buena propuesta, y por el momento me alegro de que, aunque no fui elegido, el FOECAH sí haya dado apertura a proyectos orientados a niños.

Me parece que pasaré la siguiente semana en talleres sobre confección de libros artesanales, y conferencias sobre Borges y Rulfo, que volveré a gastar mis quincenas en libros inconseguibles, en fin, que seré pobre pero súper culto, al menos por las tardes, porque en la mañana me tocan guardias toda la semana para que el resto de la gente de mi oficina tenga "sus vacaciones completas". Lo que uno acepta con tal de conservar el empleo.

En parte carezco de rumbo porque de nada sirvió mandar currícula a tantos lugares, no me han llamado de ninguno, en otros de plano ya me batearon, y sigo estancado en una chamba sin futuro, haciéndo de todólogo, y desgastándome día con día con la tensión de no saber qué van a querer: ¿una entrevista, bajar un audio, editar el programa, ser fotógrafo, ser locutor, capturista, sintetizar notas, irme a una campaña proselitista, cuidar computadoras, editar un libro, ser encuestador, hacer cápsulas literarias, hacer reportajes, para tele, para radio, para prensa?

Fuera de eso la depresión se ha esfumado momentaneamente, creo que las clases de kikboxin-taebo-pilatos-zunba-espin-airobix han servido, si no para bajar la panza, al menos para tenerme más lúcido, con el cerebro oxigenado las letras fluyeron con más soltura, tengo tan buena autoestima que en la calle me preguntan si extraño Argentina, estoy modificando mis habitos alimenticios e incluso fumo muchísimo menos. El Problema radica en el cliché de los escritores "como no me siento triste no puedo escribir bien", ah Goethe, Bocaccio, cómo extraño sus preceptos en este momento... aunque la melancolía regresa tras recordar... otra vez triste, ya volví.

Por cierto, qué olvidadizo, hace dos noches, justo en el día del minero, 15 años después del eclipse solar, en el momento en que varias bombays hacían volar en mil pedazos a indios e hindús por igual, este weblog, bitácora, diarium navigium, o como quieran llamarle cumplió su primer año en línea, pequeño logro si lo comparamos con los milenios que la hermandad blanca lleva iluminando sus corazones.

gracias y por favor no despiertes...