Ursula y Hayao
Como uno de los pocos fans de la literatura fantástica en mi ciudad adoptiva Agnosia, siento diversas emociones al enterarme justo hoy que studio Ghibli, esa productora de animé que antes de "El Viaje de Chihiro" era prácticamente desconocida en América, trabaja actualmente en el largometraje animado "Tales from Earthsea" basado en el libro "Un Mago de Terramar", de la escritora contemporanea Ursula Kroeber Le Guin.
Previamente la cadena de televisión Hallmark había transmitido un par de películas basadas en dichos libros, de las cuales tuve la oportunidad de ver "Las Tumbas de Atuan", pero no me dejó muy convencido. Ahora, contando con una producción elevada, prácticamente sin límites en cuanto a efectos especiales, sólo restará ver si la adaptación que hace studio ghibli de Terramar hace honor a la saga literaria, o se lo apropia a tal grado de presentar una historia nueva como fue el caso de "Laput: Castillo en el Cielo" en la que, partiendo del tercer libro de Los Viajes de Gulliver presenta una película enloquecida, llena de simbolismo, romance y aventura.
En México, tuve que resignarme a no ver en pantalla grande la película "El -Increible- Casillo ¿Vagabundo, Errante, Ambulante, Móvil?" (Howl's Moving Castle), misma que pude ver recientemente en formato DVD. Al igual que sus anteriores películas, ésta es una obra maestra de animación tradicional, con una estética exquisita, distinta a la que estamos acostumbrados en este continente, y distinta aun, de las series de animé japonesas.
La película transcurre a la vez rápida y lentamente, los personajes tienen una complejidad más allá de los arquetipos tradicionales de hollywood o disney, actuan de acuerdo con una psicología que varía dependiendo de circunstancias determinadas de la trama, la historia es compleja desde el principio hasta el final, los motivos incluso no quedan del todo claros, los personajes son a la vez humanos y divinos, llenos de temores y heroicos, despreciables y agradables.
Y quizá la mayor virtud de studio Ghibli (y por supuesto de los Miyazakis) es su manejo tan sencillo y a la vez complejo del amor, esa quimera subestimada y corrupta que nos presentan las producciones occidentales. Los personajes, sumergidos en mundos ilógicos y llenos de egoísmo, se atreven a amar, a tomar de la mano a su pareja y huir, a decir "te amo", a confiar, a ceder en su locura y sus caprichos, a entenderse, a superar el miedo que les provoca su ser amado cuando éste se ha convertido en un monstruo, a servirse el uno al otro para sortear los problemas. Después de ver cualquier película de Miyazaki dan ganas de abrazar, de quitarse los tabús, de decir "te quiero", dan ganas de comprender al ser que tenemos al lado ¿Acaso existe un mejor ejemplo de equidad que ese, acaso mejor moraleja?
Previamente la cadena de televisión Hallmark había transmitido un par de películas basadas en dichos libros, de las cuales tuve la oportunidad de ver "Las Tumbas de Atuan", pero no me dejó muy convencido. Ahora, contando con una producción elevada, prácticamente sin límites en cuanto a efectos especiales, sólo restará ver si la adaptación que hace studio ghibli de Terramar hace honor a la saga literaria, o se lo apropia a tal grado de presentar una historia nueva como fue el caso de "Laput: Castillo en el Cielo" en la que, partiendo del tercer libro de Los Viajes de Gulliver presenta una película enloquecida, llena de simbolismo, romance y aventura.
En México, tuve que resignarme a no ver en pantalla grande la película "El -Increible- Casillo ¿Vagabundo, Errante, Ambulante, Móvil?" (Howl's Moving Castle), misma que pude ver recientemente en formato DVD. Al igual que sus anteriores películas, ésta es una obra maestra de animación tradicional, con una estética exquisita, distinta a la que estamos acostumbrados en este continente, y distinta aun, de las series de animé japonesas.
La película transcurre a la vez rápida y lentamente, los personajes tienen una complejidad más allá de los arquetipos tradicionales de hollywood o disney, actuan de acuerdo con una psicología que varía dependiendo de circunstancias determinadas de la trama, la historia es compleja desde el principio hasta el final, los motivos incluso no quedan del todo claros, los personajes son a la vez humanos y divinos, llenos de temores y heroicos, despreciables y agradables.
Y quizá la mayor virtud de studio Ghibli (y por supuesto de los Miyazakis) es su manejo tan sencillo y a la vez complejo del amor, esa quimera subestimada y corrupta que nos presentan las producciones occidentales. Los personajes, sumergidos en mundos ilógicos y llenos de egoísmo, se atreven a amar, a tomar de la mano a su pareja y huir, a decir "te amo", a confiar, a ceder en su locura y sus caprichos, a entenderse, a superar el miedo que les provoca su ser amado cuando éste se ha convertido en un monstruo, a servirse el uno al otro para sortear los problemas. Después de ver cualquier película de Miyazaki dan ganas de abrazar, de quitarse los tabús, de decir "te quiero", dan ganas de comprender al ser que tenemos al lado ¿Acaso existe un mejor ejemplo de equidad que ese, acaso mejor moraleja?
le das todo el credito al estudio , pra mi el genio es miyasaqui o como se escriba
ResponderBorrarLe doy el crédito al estudio porque la película "Tales of Earthsea" a estrenarse este o el otro año no será Hayao Miyazaki quien dirija y produzca... sino su hijo... por eso prefiero hablar del monstruo en animación que es ghibli y no del genio Miyazaki, quien por cierto, hace poco construyó el diseño de un reloj (en su peculiar estilo) para un edificio en Tokyo... está chídísimo, búscalo.
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